Si tu mente está llena de mambos y preguntas retóricas,
si te gusta filosofar y romperte la cabeza hasta estallar,
acá estoy.
Que rebuscada soy, me encanta que me enfermen un poquito,
que me hagan pensar hasta el punto de no poder dormir.
Si tu mente es revolucionaria y abierta,
te gusta andar despeinado, con rastas o cresta,
acá estoy, me gusta que seas así.
Si te importa un huevo el mundo
y me haces sentir mil cosas por segundo,
lo más probable es que me gustes mucho.
Si te gusta andar en zapas sucias o descalzo, vení que igual te abrazo.
Si te gusta tocar la guitarra, el bajo o el piano,
vení que te lamo.
Pero por favor no me atosigues ni me digas muchos te amo, que me aburro muy rápido.
No te preocupes si no te abrazo, hacelo el día que no me ría o que no me calienten tus pensamientos,
el día que no quiera escuchar música tirada en el piso, el día que no te quiera garchar la mente ni tocar tu espalda.
10 de septiembre de 2014
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